Es una palabra compuesta de origen griego. Ev significa bien, y angelos significa mensajero. La mejor traducción del vocablo es buenas noticias.

Las buenas noticias se refieren en un sentido amplio a toda la biblia y en un sentido más restringido a la vida, obra, doctrina y sacrificio de Jesucristo descrito en los primeros cuatro libros del Nuevo Testamento, Mateo, Marcos, Lucas y Juan.

Las buenas noticias son la respuesta de Dios al problema más grande de la humanidad; el pecado. Pecado significa no darle al blanco, y es la imposibilidad de cumplir con los requisitos establecidos por Dios para que después de morir podamos ir a donde Él se encuentra. Y eso implica una separación permanente de Él.

Dios conoce nuestra condición y estableció un sistema de sacrificios para obtener el perdón por el pecado y poder estar en paz con Él temporalmente mientras se cumplía el tiempo en que Él mismo viniera a solucionar el problema de manera permanente.

Jesús llegó y cumplió con los requisitos que nosotros no podemos cumplir pero en la condición de hombre para justificación de los seres humanos, y muere siendo inocente para pagar por los pecados cometidos por nosotros. Para que todo esto sea más claro, si tu asaltas a una persona y le quitas su reloj, devolver el reloj no es suficiente, el sistema judicial exige que vayas a la cárcel por el asalto.

Entonces, Dios en la carne no solo cumplió para cumplir sino también murió para pagar y ahora nosotros somos justificados al arrepentirnos de nuestro pecado y creer en Jesucristo. La fé genuina en Él es evidenciada en una vida cambiada y dedicada a Él.   

“El tiempo se ha cumplido, y el Reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio.” Marcos 1:15.

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