El 6 de Mayo del 2009 en el estadio de Stanford Bridge en Inglaterra se jugó la semifinal de la Liga Champions entre el Chelsea de Drogba y el F.C. Barcelona de Messi. Un niño de 10 años Kylian Mbappé estaba entre los espectadores tratando de cumplir su sueño de tomarse una foto con Drogba.
El partido fue polémico por razón de un pésimo arbitraje y Chelsea fue descalificado injustamente. Como era de esperarse Drogba estaba enojado, cuando el niño se le aproximó a pedirle que posaran juntos para la tan deseada fotografía, Drogba no fue maleducado, pero no se la concedió diciéndole que lo harían después. Estoy seguro de que la pregunta en la cabeza del niño debe haber sido ¿Después cuándo?
10 años más tarde en la gala del balón de oro Drogba era el presentador que entregaba los reconocimientos y el campeón goleador era el niño de 10 años con quién no quiso fotografiarse, no se sabe cómo Drogba recordó quién era el joven que tenía en frente, pero se disculpó por no tomarse la foto con él y le dijo, hoy te voy a cumplir la promesa de tomarnos una foto juntos, y se la tomaron. Drogba se tardó mucho, pero cumplió. Podría haberle parecido a alguien que nunca cumpliría, pero lo hizo.
Así está sucediendo con el regreso de Jesús, muchos creen que no sucederá, pero Jesús fue claro en decir que no nos correspondía saber cuándo regresaría.
Marcos 13:33 dice: “Mirad, velad y orad; porque no sabéis cuándo será el tiempo”.
La intención es que vivamos cada día glorificando a Dios en todo como si fuera el último “Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche” (1 Tesalonicenses 5:2). Estemos listos pues porque indudablemente Jesús viene.
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