Es de todos sabido que el sol sale en el este y se pone en el oeste, lo que no muchos se detienen a pensar es ¿Qué pasa en el norte donde no hay este u oeste?

Durante el solsticio, que es el momento en el que el sol alcanza la máxima latitud al norte, y que sucede dos veces en el año, se dan dos fenómenos distintos, en el verano el sol no se pone y en el invierno, el sol no sale.

Pero hay un tercer fenómeno que seguramente no conoces, si en el verano te paras en la punta de la montaña Anvil en las afueras de la ciudad de Nome, estado de Alaska poco después de la media noche, cuando aún hay luz del día, puedes ver como el sol se pone y acto seguido sale de nuevo. Es una salida y puesta del sol simultánea.

En la biblia aparece una referencia al este y el oeste, los lugares donde sale y se pone el sol, Salmos 103:12 dice que “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones.” Esto es una referencia al sacrificio de Jesús en la cruz quien tomo tu lugar para pagar por tu pecado.

El problema es que muchos de nosotros después de haber recibido el perdón de pecados no actuamos como personas redimidas sino actuamos como fenómenos aislados donde parece que el este y el oeste se juntan. Somos una salida y puesta del sol simultánea.

Romanos 12:1-2 “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”

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